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Cebolla Frita Crujiente. Sin lugar a dudas esta es una de las recetas que más me ha costado preparar. Probó a freír las cebollas con un montón de recetas distintas y nunca consiguió que me queden como a mi me gustan.

Después de probar todo el único método que me ha funcionado es freír las cebollas como lo hacen en la India, allí lo llaman birista y la preparan tanto con cebolla roja como con chalotas y es el método que yo empleo en esta receta.

Pero tengo que decir que ni los indios se ponen de acuerdo en como hacer la cebolla frita crujiente porque algunos usan muy poco aceite (una décima parte del peso de la cebolla) y otros usan mucho aceite (el triple del peso de la cebolla). Algunos empiezan con el aceite en frio y otros con el aceite muy caliente. Algunos bajan el fuego al final y otros lo mantienen fuerte todo el tiempo. Vamos un lio.

Yo después de probar todas las opciones (con muchas de ellas solo se consigue cebolla caramelizada) me he quedado con la que para mi es más fiable aunque requiere estar más de 20 minutos removiendo sin parar la cebolla y tener que usar bastante aceite (al final de la receta te cuento qué usos puedes hacer de este aceite).

¿Te animas a preparar cebolla crujiente en casa? Pues ya sabes… a la cocina!!

INGREDIENTES para 100 gramos de cebolla crujiente:

  • 500 gramos de cebollas rojas (ver nota)
  • 750 ml de aceite para freír (ver nota)
  • sal fina

RECETA DE CEBOLLA FRITA:

  1. Pela las cebollas cortando los dos extremos y quitando la piel. Luego separa cada cebolla en dos dando un corte que vaya de extremo a extremo. A corta siguiente cada mitad en julianas y separa muy bien todas las tiras para que no se queden pegadas unas con otras.
  2. Prepare una bandeja con papel de cocina absorbente. Es importante tenerla preparada de antemano ya que cuando empecemos a cocinar no dejaremos de remover la cebolla y cuando esté en su punto la tendremos que sacar rápidamente para que no se queme y no podamos entretenernos en preparar la bandeja. Pon a mano también un escurridor donde quepa toda la cebolla una vez frita y un par de tenedores.
  3. Si usas una sartén que sea bien amplia y alta porque estaremos removiendo todo el tiempo la cebolla y no queremos llenarlo todo de aceite. También puedes usar una cacerola ancha de pared alta. Añade el aceite a la sartén oa la cacerola y ponla a fuego fuerte.
  4. Cuando el aceite esté caliente (a unos 170 grados centígrados) echaremos la cebolla pero diez en cuenta que como tiene mucha agua si la echas toda de golpe empezará a burbujear y puede incluso rebosar la sartén. Por eso es mejor echar un buen puñado, dejar que borbotee unos segundos, echar otro puñado y repetir hasta que esté toda la cebolla dentro pero con cuidado de que no rebose.
  5. Ahora hay que mantener el fuego fuerte mientras se remueve todo el tiempo con una espumadera (mejor metálica que la de plástico se derrite). Como mi vitrocerámica no es muy potente la puse a tope todo el tiempo y cuando eché toda la cebolla la temperatura del aceite bajó por debajo de 100 grados y después fue recuperándose hasta alcanzar unos 120 grados centígrados más o menos al final del todo cuando la cebolla ya estaba dorada. Quizás con un fuego de gas o una placa de inducción tengas que controlar que la temperatura no suba demasiado.
  6. Mientras se hace la cebolla tienes que estar todo el tiempo removiéndola para que se haga por igual. Yo lo que hago es levantar unas pocas con la espumadera y girar la muñeca para ir trasladar la vuelta. No hace falta hacer gestos bruscos y así evitamos salpicaduras y quemaduras.
  7. Mientras la cebolla se va haciendo va perdiendo agua y ésta impide que suba demasiado la temperatura. Luego cuando la cebolla esté casi seca y haya perdido todo el agua la temperatura del aceite subirá mucho más por lo que tendrá que estar muy pendiente. El truco consiste en sacar la cebolla un poco antes de que tenga el color dorado que buscas para la cebolla frita ya que fuera del fuego seguirá cocinándose y seguirá oscureciéndose. Si la deja en el fuego hasta que esté bien dorada luego afuera se podrá de un marrón oscuro y amargueará un poco. Y si te pasas de dorado luego quedará casi negra y tendrás que tirarla 🙁
  8. En mi caso en 25 minutos desde que eché la cebolla al fuego estaba lista. Estate muy pendiente del color de la cebolla y no dejes de remover. Y recuerda que unos segundos de diferencia pueden hacer que la cebolla se queme.
  9. Cuando la cebolla esté lista (recuerda, un poco menos dorada de lo que te gustaría) sácala con la espumadera sobre el colador que absorbe preparado. Escurre muy bien todo el aceite y luego pon la cebolla frita sobre la bandeja con el papel absorbente.
  10. Con los dos tenedores separa bien la cebolla y repártela sobre la bandeja.
  11. agregue una pizca de sal fina sobre la cebolla para darle sabor y para que absorba parte de la humedad restante.
  12. Deja que escurra sobre el papel absorbente solo un par de minutos y luego pásala a un plato para que se enfríe. No la dejes más tiempo sobre el papel o se podrá pringosa con el aceite del mismo papel.
  13. Una vez fría ya la puedes usar o guardarla para otra ocasión (lee al final de la receta). Y eso es todo… fuera de la cocina ya comer!!!

NOTAS:

  • Se puede preparar también con cebollas blancas o chalotas pero no hagas menos de 500 gramos ya que luego se queda tan solo unos 100 gramos de cebolla frita.
  • Puedes usar el aceite que prefieres. Los aceites vegetales de semillas (como el de girasol de sabor neutro) no enmascaran el sabor de la cebolla. Si usas aceite de oliva mejor que sea suave.

Como habrás visto en la receta la tecnica es sencilla pero entretenida y lo peor es que hay que estar muy pendiente de sacar la cebolla en el momento justo porque se nos puede quemar en muy pocos segundos si nos distraemos.

Así que quizás te parezca mucho trabajo si solo necesitas un poco de cebolla crujiente para acompañar algún plato de vez en cuando pero la verdad es un gusto poder hacerla en casa y resulta mucho menos pesada (indigesta) que la que venden ya hecha.

Diez en cuenta que Cebollas Fritas como la de Mercadona llevan harina de trigo (gluten) entre sus ingredientes y se fríen en aceite de palma. Ne me extraña que después caiga tan mal en el estomago y se lleve uno repitiéndolas todo el día.

Con esta receta casera puedes tener tu propia cebolla crujiente pecado gluten, sin aceite de palma y mucho mas digestiva que la comprada 😉

Eso sí, no hagas menos de 500 gramos de cebollas ya que tras cocinarse y perder todo el agua se queda todo en unos 100 gramos solamente por lo que no te merece la pena preparar menos cantidad.

ademas la cebolla crujiente que te sobre la puedes meter en un recipiente hermético durante unos tres días. También puedes congelarla bien repartida en una bolsa de congelación con cierre tipo Zip e ir sacando la un poco cuando la necesites.

Por ejemplo viene genial para complementar Hamburguesas o Sándwich como el que prepararemos el próximo día con nuestro Pollo Cajún (no te lo pierdas!!) o para preparar platos indios como el Biryani (un arroz riquísimo que veremos en breve).

Una última cosa. En la cocina India es muy habitual usar aceite en el que ya se ha cocinado algo previamente para así intensificar los sabores del plato. Los británicos, muy influenciados por la cocina india, llaman a este aceite «Aceite Sazonado» o aceite sazonado y lo usan para preparar todo tipo de platos: Curry, Pollo Tikka Masala,…. Así que no cansa el aceite después de freír las cebollas. Puedes guardarlo en un bote de cristal (bien colado) en la nevera y usarlo cuando lo necesites. Aportarás un intenso sabor a cebolla frita en tus platos sin tener que usarla.

De momento eso es todo, pero te dejo con la receta de Aros de Cebolla por si aún te quedan ganas de seguir cocinando cebollas 🙂

Arós de Cebolla

Un saludo cocina!!

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